lunes, 25 de abril de 2011

Un lujo.

Como verán abajo, publiqué un artículo escrito por el Dr. en Historia Enrique Masés y el Prof. Lic.Mariano López Cuminao. Es un lujo que tenemos que aprovechar y disfrutar. Abrazo. Marcos.

Auge y decadencia de la UCRI neuquina

La luz de un fósforo fue.
Auge y decadencia de la Unión Cívica Radical Intransigente neuquina
(1957-1962)
                                                                      Enrique Mases  (UNCo – GEHiSo)
                                                                      Mariano López Cuminao (GEHiSo)

Introducción

        La Unión Cívica Radical Intransigente aparece como una importante fuerza política en la etapa de provincialización de los territorios nacionales tanto de Río Negro y Chubut como de Neuquén. De hecho esto se manifiesta no sólo en los guarismos que la catapultan al triunfo en las elecciones, tanto a convencionales en 1957,  como a gobernador un año después, sino también en la impronta que le imprimen a las respectivas cartas magnas provinciales.
         Sin embargo, esta aparente hegemonía se diluye rápidamente en los años siguientes, hasta convertir a la UCRI en un partido menor en el contexto patagónico y en el escenario neuquino.[1]
         Sobre este periodo de la historia política neuquina son numerosos las investigaciones, auque la gran mayoría de ellos tiene como epicentro el estudio del nacimiento y primeros años de actividad política del Movimiento Popular Neuquino. En cambio acerca del devenir de las otras fuerzas políticas que se desenvuelven en el espacio provincial son escasos los trabajos que abordan su análisis y los que lo hacen toman como objeto de estudio al radicalismo en su conjunto, tal el caso del interesante trabajo de A. Gonzáles y M. Scuri sobre los partidos nacionales en el espacio provincial en la etapa que va de la provincialización al golpe militar que da lugar a la “Revolución Argentina”[2], o el que tiene como autora a Graciela Iuorno, más amplio aún donde se analiza las diferentes variables y conflictos que se dieron al interior de los espacios territorianos  patagónicos de cara a convertirse en provincias luego de sobrevenida la “Revolución Libertadora2. [3]
         Por el contrario, no aparecen trabajos de envergadura sobre el devenir histórico político de la Unión Cívica Radical Intransigente en territorio neuquino.
         A partir de estas consideraciones previas la presenta ponencia intenta trazar algunas líneas explicativas para entender el rápido ascenso y posterior decadencia de esta peculiar fuerza política tomando como escenario la provincia de Neuquén en el periodo que va de 1957 a 1962.
        
La Ruptura en el partido de Além

        Hacia mediados de la década del cincuenta en la Unión Cívica Radical se disputaban la conducción una serie de fracciones internas: por un lado el Movimiento de Intransigencia Radical, el grupo más numeroso, con Ricardo Balbín y Arturo Frondizi a la cabeza y por el otro el unionismo y el sabattinismo que aparecían como los sectores minoritarios y enfrentados al primero.
         Pero paradójicamente la ruptura no se produce a partir de la polarización entre estas distintas fracciones sino que tiene su origen en la fractura que se da al interior del propio MIR. Y si esta escisión tiene tanta repercusión al interior del partido es porque, como bien señala Ricardo Gallo, el MIR, en esos años era la UCR. Dicho de otra manera la UCR se dividió porque se dividió el MIR.[4]
        La división del MIR y consecuentemente del partido radical no es atribuible a un solo factor y por el contrario en el mismo juegan diferencias que tienen que ver con lo ideológico, pero también con la estrategia política a seguir en este nuevo horizonte que se habría con el derrocamiento del peronismo y también con las apetencias y rivalidades sectoriales.
         El factor ideológico estuvo presente pero no fue el determinante porque las diferencias que si se plantearon con la llegada del desarrollismo y las posturas de Rogelio Frigerio en las huestes frondizistas  fueron posteriores; si en cambio los aspectos estratégicos resultaron significativos y se transformaron en un motivo de distanciamiento primero y de enfrentamiento luego entre Balbín y Frondizi. Y entre esos aspectos debemos señalar como los principales la mirada que uno y otro tenía acerca del gobierno dictatorial y del peronismo, miradas contradictorias que los llevaría a transitar caminos absolutamente opuestos.
         En efecto mientras Balbín no retaceaba el apoyo a las autoridades del gobierno provisional, Frondizi intentaba un acercamiento al peronismo derrotado y proscripto.
        Y finalmente las apetencias sectoriales que como bien señala Gallo “la pugna que se produjo entre los dos núcleos del MIR.
        Esta claro que más allá de estas explicaciones, el accionar de Frondizi y sus correligionarios formaban parte de una estrategia que iba más allá del escenario coyuntural y se proyectaba como objetivo final ocupar la presidencia de la nación.
        Como acertadamente sostiene  Mario Rapoport  Frondizi se proyecto hacia la presidencia del país desde su condición de presidente del Comité Nacional de las UCR. Bajo su conducción, tras el derrocamiento de  Perón, el radicalismo desplegó una intensa campaña para atraer el electorado peronista […] La estrategia de Frondizi precipito la ruptura más importante del frente antiperonista, confrontando con los sectores balbinistas, unionistas y sabatinistas de su propio partido y con el gobierno de la Revolución Libertadora […] La pugna interna desencadenada alrededor de su designación como candidato presidencial precipitó la división del partido a principios de 1957, surgiendo la UCRI como instrumento del frondicismo en la lucha por el poder”[5]

La Unión Cívica Radical Intransigente en el ruedo político

         Mientras tanto el gobierno de facto acelera el proceso de normalización del país sin el peronismo. A tal fin convocó a una convención constituyente como paso previo a las elecciones nacionales para elegir nuevo presidente, manteniendo el marco restrictivo.
        En la práctica esta convocatoria a elecciones constituyentes para reformar la constitución se convirtió en  el primer test que permite medir la correlación de fuerzas entre los dos partidos radicales.
         En ese escenario la campaña electoral de la UCRI fue dejando en evidencia el objetivo de avanzar en un acercamiento hacia el peronismo proscripto y cubrir  las expectativas del electorado peronista al expresar su firme rechazo a la Convención Constituyente. Para ello articuló la campaña electoral  en torno a la contraposición pueblo- oligarquía  planteando que estos últimos eran los principales promotores en imponer una constitución que respondiera a sus intereses.
          Formalizada la elección y más allá del triunfo de los votos en blanco, la UCRI obtuvo una ajustada victoria sobre la UCRP siendo la primera minoría en cuanto al número de convencionales, pero fiel a sus presupuestos de campaña, apenas se iniciaron las deliberaciones, la bancada de la UCRI se retiró  del recinto tras el discurso de denuncia que  pronunció Oscar Alende.[6]
         Esta actitud del radicalismo intransigente, sin lugar a dudas, lo acercaba  cada vez más a negociar con el peronismo la posibilidad de un apoyo electoral para las próximas elecciones  presidenciales y del resto de autoridades nacionales y provinciales convocadas por el gobierno nacional. Estas negociaciones  finalmente se concretan en un pacto suscripto por  John W. Cooke delegado personal de Perón y Rogelio Frigerio en representación de Frondizi.
       A través de este acuerdo Frondizi se comprometía en caso de acceder a la primera magistratura a impulsar una amplia amnistía, reconocer legalmente al justicialismo y eliminar cualquier traba a la consolidación de la C.G.T. bajo la conducción gremial peronista. Este pacto fue oficializado a partir del llamado a respaldar la candidatura presidencial del Dr. Frondizi desde su exilio en Santo Domingo.               
          La propuesta electoral de la Frondizi y los candidatos de la Unión Cívica Radical intransigente se articula a partir del denominado programa nacional y popular. Este programa consistía fundamentalmente en un proyecto de industrialización promovido y en parte ejecutado por el Estado. Una política restrictiva en relación al capital extranjero, la inducción de una transformación del sector agrario capitalista pampeano en el sentido de un incremento sustancial de sus niveles de productividad, la mantención del nivel de participación de los asalariados en el ingreso nacional, una amplia apertura política y el fortalecimiento del sistema democrático parlamentario.[7]
         El mismo, no solo concitó el apoyo de amplias capas de la ciudadanía sino que además fue impulsado por un número importante de cuadros políticos, técnico e intelectuales, muchos de ellos fervientes antiperonistas en 1955, que apoyaban los aspectos económica y políticamente reformistas de la plataforma electoral de la UCRI.       
         A partir de estos postulados enunciados en el programa nacional y popular, el discurso de Frondizi intentaba ser abarcador e inclusor de los distintos actores del escenario social y político.  Destacaba el rol que tendrían obreros y empresarios en la modernización del capitalismo argentino y en el terreno político auguraba el final de las discriminaciones ideológicas especialmente contra la izquierda y hasta tenía una mirada benevolente respecto de la Iglesia Católica.
           Como sostiene Cesar Tcach este discurso “en apariencia estaba  destinado, como rezaba su propaganda a “veinte millones de argentinos”. Fue eficaz apoyado por nacionalistas y comunistas, por ateos de izquierda y católicos fervientes, el 23 de febrero su triunfo fue arrasador. Superó por más de un millos y medio de votos a su principal competidor, Ricardo Balbín. Asimismo su partido ganó todas las gobernaciones  de provincias, obteniendo una amplia mayoría en ambas cámaras del Parlamento”[8].
           Instalado Frondizi en la presidencia de la nación las primeras medidas de gobierno tendieron a dar cumplimiento a lo pactado con el peronismo. En el Congreso Nacional se aprobó se aprobó una ley de  amnistía y derogación de la inhabilitaciones gremiales, anuló el decreto N° 4161 que castigaba como delito el uso de símbolos peronistas.
           También la ley N° 14.455, de Asociaciones Profesionales, consolidó el poderío de la C.G.T. y la hegemonía del gremialismo peronista, al estipular la negociación laboral por industria y la eliminación de la minorías en la representación gremial. Pero además autorizaba el control de las obras sociales.
            Otras medidas tomadas por el gobierno de Frondizi apuntaban a mejorar su relación con la Iglesia Católica y para ello propuso un proyecto de ley que autorizaba el funcionamiento de las universidades privadas. Esta iniciativa provocó un fuerte rechazo en muchos estudiantes, profesionales  intelectuales algunos de los cuales formaban parte de los elencos académicos y que incluso habían visto con buenos ojos la llegada de Frondizi al gobierno. Finalmente esta iniciativa convertida en norma legal significo el definitivo alejamiento de aquellos grupos afines del movimiento estudiantil que vieron como una traición a la reforma universitaria la sanción de esta ley.
           En materia económica, las primeras acciones de gobierno tendieron a atraer al capital extranjero particularmente en lo que se denominó la batalla del petróleo que consistía en lograr el autoabastecimiento a partir de permitir al capital extranjero participar en la exploración y explotación de las reservas petroleras. Para ello se firmaron una serie de contratos que también merecieron las críticas de un amplio arco opositor.
          En el mismo sentido, las leyes de radicación de capitales extranjeros y de promoción industrial resultaban altamente favorables para los inversores ya que  incluían condiciones preferenciales en materia impositiva, repatriación de capitales y ganancias.[9]
          La aplicación de estas series de medidas integradas dentro de la política de desarrollo implicó en la práctica, como afirma Marcelo Cavarozzi el “abandono completo de los contenidos reformistas del programa “nacional y popular”. Mientras que este último proponía la reconstrucción de la alianza social que se había deshecho durante la primera mitad de la década del 50 favoreciendo incluso una expansión de la gestión productiva y promotora del aparato estatal, el programa frondizista apuntó a inducir una modalidad de acumulación capitalista que se apoyaba en la centralidad del rol de un diferente sujeto social: el compuesto por los sectores más concentrados del capital nacional y, sobre todo, del capital extranjero”.
         Sin lugar a dudas, esta verdadera mutación en el plano de las ideas que significaba la aplicación de todas estas iniciativas hizo que ya a principios de 1959 caducar las expectativas de aquellos sectores que desde el interior del propio partido gobernante o del peronismo se habían inclinados por llevar adelante una serie de acciones tendientes a la reconciliación política e integración social. La puesta en marcha de un drástico plan de estabilización económica y austeridad derivó en la renuncia de algunas figuras claves del gabinete que representaban esta idea de contemporizar con el peronismo y su reemplazo por otros actores que representaban un pensamiento opuesto, tal el caso de Álvaro Alzogaray (nuevo ministro de Economía y de Trabajo). Este abrupto cambio, como sostiene Cesar Tcach “no fue sino la contrapartida de la creciente dureza que el gobierno nacional comenzó a exhibir en sus relaciones con el peronismo”[10]
          Este deterioro en las relaciones entre el gobierno de Frondizi y el peronismo se fueron profundizando, en los meses siguientes, debido a las medidas represivas que llevó adelante el ejecutivo nacional y que se plasmó en la ruptura final cuando el propio Perón denunció a mediados de junio que Frondizi había traicionado el pacto preelectoral.
          Este azaroso primer año del gobierno de la UCRI, caracterizado por la puesta en marcha de políticas contradictorias, encierran en el escenario político y socioeconómico una serie de redefiniciones en términos de apoyos y oposiciones que sin lugar a dudas van a condicionar el futuro del mismo. Al respecto M. Cavarozzi plantea que:

“El primer año de gobierno de Frondizi debe entenderse, por lo tanto, a la luz de las complejas superposiciones de los dos planos a los que me refería más arriba. El primero de dichos planos fue el definido en torno a la dilucidación de la fórmula política de integración-exclusión de la clase obrera en el que la antinomia peronismo-antiperonismo mantuvo el carácter de contradicción dominante. El segundo plano se conformó alrededor de la determinación y despliegue de la política económica del gobierno. El despliegue de este segundo plano desencadenó por un lado, la antagonización del peronismo y del movimiento sindical y el desgajamiento de los sectores reformistas de la UCRI y, por otro, un progresivo acercamiento del núcleo frondizista a los representantes corporativo y voceros ideológicos del gran capital nacional y de las corporaciones industriales y financieras extranjeras.”[11]

        Sin lugar a dudas, estos cambios que se producen en el escenario nacional van a repercutir notablemente en el espacio provincial, y a la vez van a condicionar notablemente la realidad política tal cual lo veremos a continuación.

El escenario neuquino

         La caída del régimen peronista en el territorio neuquino significó en la práctica que, en términos político administrativos, los antiguos funcionarios peronistas fueran reemplazados, allí donde no ocupaban cargos el personal militar, por nuevos cuadros políticos que provenían en su gran mayoría del radicalismo.
         Los consejos municipales, las comisiones de fomento y las comisiones investigadoras se van cubriendo con un número importante de afiliados y militantes radicales muchos de los cuales posteriormente van a conformar las listas de candidatos de las fuerzas políticas que responden a esa orientación, en las siguientes compulsas electorales.[12]
         Pero, al mismo tiempo, estos nuevos funcionarios empiezan a cumplir un papel significativo como mediadores y portavoces de las necesidades y reclamos de los habitantes territorianos lo que les vale cierto conocimiento y “legitimación” entre sus conciudadanos que, sin duda, harán valer a la hora de conquistar el voto.
         Sin embargo, esta pléyade de dirigentes no van a confluir en una fuerza política única sino que, siguiendo la impronta nacional, cuando se inicia la reorganización partidaria se produce la división que a consagra como en el resto del país la aparición de la Unión Cívica Radical Intransigente y la Unión Cívica Radical del Pueblo.  
         En el caso del territorio neuquino los principales referentes partidarios se identifican con la UCRI, que es liderada por Ángel Edelman mientras que otros dirigentes en menor cantidad se encolumnan detrás de los planteos de la UCRP.
         Un rápido análisis de sus profesiones y actividades nos muestra que la mayoría de ellos pertenecen al sector servicios, donde comerciantes y profesionales constituyen la mayoría. También forman parte, aunque minoritariamente algunos ganaderos, asentados principalmente en el sur provincial y finalmente algunos empleados y trabajadores completan el arco social.

Las constituyentes de 1957
La impronta intransigente

        Hacia 1957 se da uno de los primeros clivajes en el proceso abierto por la Revolución Libertadora en los Territorios Nacionales, mas específicamente en el espacio neuquino. De manera paralela a la Convención Constituyente que se reunía en Santa Fe que se proponía derogar la Constitución del ´49, se realiza el llamado a elecciones a convencionales para redactar la constitución que regiría en las nuevas provincias a crearse en los Territorios Nacionales. En este contexto, partidos de orbita nacional se dan cita en espacio neuquino así como en los demás espacios territorianos para conformar las listas que competirían en la compulsa que se realizaría en julio de 1957. El punto notable de este hecho y remarcado por la prensa regional, es que dentro de las plataformas planteadas por los partidos políticos intervinientes solo se esgrimieran propuestas generalistas que tomaban solo tangencialmente temas caros a los sentimientos de la población como el de los recursos naturales. En este sentido sostiene Graciela Iuorno, “la ausencia de la difusión y el debate público de un conjunto de ideas-fuerza para la elaboración de la constitución, condujo a que el voto de la ciudadanía se tradujera en un problema de opción partidaria”)[13]. En este punto es que encontramos una de los grandes problemas que enfrentaron las diferentes fuerzas políticas emergidas del golpe de facto ya que ninguno pudo lograr apropiarse y resignificar los modos de interacción política que el peronismo había logrado desarrollar en estas regiones, y que habían hecho del Poder Ejecutivo Nacional el único interlocutor valido
         Al acto eleccionario convocado para elegir los convencionales constituyentes provinciales concurrieron siete partidos políticos, entre los cuales no figuraba el partido justicialista por estar proscripto. El resultado de la compulsa electoral fue el siguiente:
Cuadro Nº 01
Provincia del Neuquén                                                                           Elecciones 28 de julio de 1957                                                Convencionales Constituyentes
Partidos
Votos
%
Comunista
1.899
4,5
Demócrata
4.520
10,8
Demócrata Cristiano
3.701
8,8
Demócrata Progresista
1.954
4,7
Socialista
2.828
6,8
Unión Cívica Radical del Pueblo
6.347
15,2
Unión Cívica Radical Intransigente
13.152
31,4
En Blanco
7.458
17,8
Nulos
34
0,1
Total votos emitidos
41.893
100

           Como se puede observar el partido que obtuvo la primera minoría fue la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) con el 31, 4%, le siguen los votos en blanco, que lograron reunir el 17,8 (que en gran parte correspondía al electorado peronista) y en tercer lugar la Unión Cívica Radical del Pueblo con el 15,2% y luego un variopinto grupo de partidos minoritarios que se repartieron el resto de los votos emitidos.
           Respecto a la compulsa nacional debemos señalar que la proporción de  votos obtenidos por la UCRI fue superior al logrado por ese partido a nivel nacional en 10 puntos porcentuales. En tanto los votos en Blanco se dieron a la inversa, en la Provincia fue inferior a 6,5 punto porcentuales, respecto porcentaje obtenido en el total nacional. Pareciera que en Neuquén la proporción de peronistas que votaron a la UCRI fue mayor respecto a los que votaron en Blanco que en el total general del país.
          Según estos resultados, los veinticuatro convencionales constituyentes provinciales quedaron con la siguiente composición: 10 por la UCRI[14], 5 por la UCRP, 3 por los Demócratas (conservadores), 2 por la Democracia Cristiana, 2 por el Socialismo. 1 por la Democracia Progresista y 1 por el Partido Comunista.
         La Honorable Convención Constituyente inicio sus tareas el 28 de agosto de 1957 y el  28 de noviembre de 1957 ya Neuquén constaba con su Constitución.
         Los debates al interior de la convencional se fueron polarizando de manera muy temprana entre la UCRI y las demás fuerzas, por cuestiones que afectaban en gran parte a la política a nivel nacional (como la persecución y apresamiento de lideres sindicales y figuras ligadas al peronismo) en la cual los convencionales intransigentes (así como el comunista) denunciaran en repetidas ocasiones; luego de sendos debates la iniciativa propuesta por la UCRI no logra prosperar por el abroquelamiento de la oposición en la negativa a dar una concesión que denunciaban como tendenciosa por parte de la facción radical que quería toda costa captar el voto de “los blancos”. A diferencia de lo acontecido en la Constituyente reunida en Santa Fe, donde la intransigencia se levanta y deja de participar, en Neuquén así como en otros espacios a constituirse como provincias, sigue participando en las Convencionales Constituyentes.  Pero los puntos en que se vieron las discusiones más álgidas rondaron en las temáticas referentes a la Corporación Nord-Patagónica y la designación de la capital provincial. En el primer punto la UCRI tomo como iniciativa el que se impidiera y desconociera cualquier acuerdo con esta Corporación que afectara los recursos naturales de la provincia a constituirse, lo que le valió sendas criticas de la oposición por el doble discurso que se evidenciaba ante el proyecto de nacionalización de los recursos naturales que era uno de los pilares del Frondicismo. En este sentido un convencional de la Democracia Cristiana increpa a sus pares intransigentes planteando: “¿Cómo concilia el proyecto presentado por la UCRI con la línea política de su partido, que sostiene la nacionalización del petróleo y la vigencia de la constitución del ´49 que estipula la propiedad del subsuelo de la provincia por parte del Ejecutivo Nacional?”.[15] Y mas todavía se evidenciaba esta contradicción en el ante proyecto constitucional presentado por los convencionales intransigentes ya que en el dictaminaba: “Los yacimientos mineros y todo lo contenido en el subsuelo de la provincia de Neuquén pertenece a la jurisdicción y dominio de las autoridades provinciales, sin perjuicio de la participación a convenir en favor de la Nación u otras provincias en caso de que sean riquezas comunes. Las fuentes energéticas son de propiedad fiscal y no podrán  ser enajenadas ni concedidas en explotación a personas, entidades o empresas que no sean organismos fiscales competentes, nacionales, provinciales, municipales y / o consorcios de tipo cooperativo regidos por el estado”.[16] Durante las sesiones de esta constituyente incluso la bancada comunista se lanza a proponer la propiedad nacional del subsuelo y la nacionalización de petróleo, iniciativa que la UCRI no apoya para luego aprobar en conjunto con las demás fuerzas de oposición el articulo 228 de la Constitución Provincial que parafrasea lo que los intransigentes ya establecían en su anteproyecto: El espacio aéreo, los yacimientos mineros y todo lo contenido en el subsuelo del territorio de la Provincia del Neuquén, pertenecen a su jurisdicción y dominio. Las fuentes energéticas son de propiedad provincial exclusiva y no podrán ser enajenadas ni concedidas en explotación a personas, entidades o empresas que no sean organismos fiscales competentes, nacionales, provinciales, municipales y/o consorcios de tipo cooperativo regidos por el Estado.”[17]
         No solo aquí observamos muchos paralelismos entre las propuestas de la UCRI y el texto constitucional provincial sino que también se vio en otros aspectos. Ya en el Programa de Avellaneda se daban a conocer la orientación “Popular y Nacional” del programa del MIR que proponía entre otras cosas una Reforma Agraria en el que la “tierra sea para quien la trabaja”. Bajo esta misma orientación el Anteproyecto de los convencionales intransigentes establecía: “La tierra será considerada instrumento de producción no mercancía, y deberá ser objeto de explotación racional” (…) “El derecho a la propiedad, garantizado por el estado, tiene por limite el interés social (…)”.[18] Todos estos elementos se verán reflejados en la Constitución Provincial sancionada que dictamina en su articulo 239: “La tierra es un bien de trabajo y la ley promoverá una reforma agraria (…)”.[19]
         En otro apartado donde la UCRI deja su impronta en clara alusión a su programa de redistribución de la riqueza es el planteado en al articulo 9 de su anteproyecto, el cual es tomado integro en texto constitucional en el articulo 12 respectivamente: “Deberán removerse los obstáculos de orden económico y social que, limitando de hecho la libertad y la igualdad de los habitantes, impidan el pleno desarrollo de la persona humana y la efectiva participación de todos los habitantes en la organización política, económica y social de la Provincia”[20]                        
Las elecciones a gobernador

         Pasadas la etapa de la convención, el próximo test electoral tuvo que ver con la elección a cargos provinciales incluidos los de gobernador y vice  donde nuevamente compulsan  como principales candidatos las dos fracciones provinciales de la Unión Cívica Radical.
Cuadro Nº 02
Provincia del Neuquén                                                                           Elecciones 23 de febrero de 1958                                                Gobernador y Vice Gobernador
Partidos
Votos
%



Demócrata
2069
5.60
Demócrata Cristiano
1664
4.50
Unión Cívica Radical del Pueblo
6340
17.10
Unión Cívica Radical Intransigente
14620  
39.40
Otros              
2583
  7.00
En blanco
9742
26.40
Nulos                                                      
s/d




Total votos emitidos
36900


         Los resultados muestran en primer lugar, a la Unión Cívica Radical Intransigente con cerca del 40 % de los sufragios seguida de los votos en blanco con más del 26 % y tercero la Unión Cívica Radical del Pueblo con un 17 %. Como vemos la cantidad de votos en blanco es muy importante llegando en Junín y San Martín de los Andes a superar a los de la UCRI, e incluso supera el porcentaje a nivel nacional con lo que podemos concluir que en el plano local no se acató totalmente la orden de Perón de votar a la UCRI, como sí ocurrió en la elección nacional.
        Esto lo va a aseverar tiempo después el propio líder del Movimiento Popular Neuquino Felipe Sapag cuando afirma que: “Corría el año 1958 cuando en enero llegó la orden de Perón: había que votar por Arturo Frondizi. Todos la obedecieron; nosotros no. En Neuquén se votó en blanco en 1958.”[21]
         A partir de estos resultados asume como primer gobernador de la provincia el Sr. Ángel Edelman secundado por Adolfo Asmar como vicegobernador. Además la UCRI no sólo se alza con la mayoría de las bancas en la Legislatura sino que también obtiene la victoria en los ochos municipios que habían participado en el proceso eleccionario.
         A Edelman le queda la ciclópea tarea de organizar la novel provincia y dotarla del aparato jurídico administrativo, de los servicios de educación y salud, de los recursos económicos necesarios y fundamentalmente de las relaciones con el Estado Nacional en el espinoso tema de la propiedad y explotación de los recursos naturales. Sin embargo esta tarea va a quedar trunca ya que apenas transcurrido menos de un año de gobierno va a ser reemplazado, por razones de salud, por el vicegobernador Asmar.

El comienzo de la decadencia

         Naturalmente el giro de ciento ochenta grados que da política e ideológicamente Frondizi al asumir la presidencia va a repercutir negativamente en el nivel de consenso que los radicales intransigentes tuvieran en la provincia agravado por un lado por las propias debilidades provinciales y por otro porque algunos de estos virajes como los referidos a la política petrolera impacta fuertemente en algunas comunidades neuquinas ligadas a la actividad petrolera tal el caso de Cutral Có y Plaza Huincul.
         En efecto, como ya señalamos a mediados de julio de 1958 el presidente Frondizi pone en marcha los primeros lineamientos de una política petrolera cuyo objetivo final es el autoabastecimiento. Para llevar a cabo estos objetivos se ideo un plan que contemplaba la explotación de áreas petrolíferas por parte de compañías privadas mediante la celebración de contratos que serían supervisados por Y.P.F..
         Estas medidas fueron fuertemente resistidas por los partidos de la oposición pero fundamentalmente por los empleados y obreros de la compañía petroleras estatal.
        Incluso esta situación se agrava cuando, ante las protestas obreras encabezadas por el SUPE, son fuertemente reprimidas por el gobierno nacional quien declara el estado de sitio y militariza las huelgas.
         En la provincia de Neuquén, el conflicto alcanza un fuerte nivel de violencia en la que se ven involucrados, no solo los trabajadores sino la totalidad de las comunidades petroleras de Cutral Có y Plaza Huincuil.
         El accionar represivo, que incluye la implantación del estado de sitio y la  detención no solo de dirigentes gremiales sino también de trabajadores como forma de levantar la huelga genera un descontento generalizado entre las familias ypefianas y también el desencanto de aquellos que habían creído y se habían encolumnado tras la propuesta primera del Dr. Frondizi.
         Al respecto resulta interesante los siguientes testimonios recogidos por Leonardo Del Grosso[22] respecto de cómo fueron percibidos por diferentes trabajadores y  a la vez adherentes y militantes políticos estas mudanzas políticas.
         
        “¿Sabe usted lo que dijo  Fondizi en Huincul? Lo dijo en una cena ahí en un restaurante que había en Huincul, que le preguntaron  como era el asunto del libro. Estos contaban los mismos radicales. ´Si alguna vez van a ser presidente nunca escriban un libro sobre petróleo´. Esa fue la contestación de Frondizi.  
         Daba contra el suelo con todo lo que había dicho, con todo lo que tenía que hacer y con todo lo que venía diciendo después. Los famosos contratos y las pelotas. Como todos los políticos”[23]

     
         “Mi tío era radical intransigente. Entonces después mi viejo le echaba en cara a mi tío, que era de la U.C.R.I., que había traicionado, con el asunto de los contratos petroleros; toda la trapisonda que hizo. Mi viejo sostenía que era la traición de los radicales, y mi tío decía son los hombres los que fallan, no es el partido, son los hombres que fallan. Mi tío también enfurecido contra Frondizi, que había hecho los contratos petroleros que eran tan leoninos.
         Lo que pasa que mi viejo estaba en Y.P.F. y Frondizi mandaba que entregaran las áreas de petróleo a los norteamericanos que venían, no se quienes, pero se ponían de acuerdo entre los jefes de Y.P.F., los de geología sobre todo, para no darle más que estrictamente lo que venía mencionado por escrito que le entregaran, o sea que si ellos podían zafar de entregar algunas áreas porque justamente a los otros se les había escapado por falta de conocimiento o lo que fuera, ellos se ajustaban a eso nada más, estrictamente eso y mejor si algo no le entregaban.”[24]           


         “Trabajé con Frondizi yo a capa y espada con él, y cuando salió presidente no me atendió nunca más, así que desde entonces me desafilié de todos los partidos políticos, no quise saber más nada con un partido político. Yo me llevé una gran decepción con el gobierno de  Frondizi y desde entonces no me afilié a ningún partido político más.”[25]

         En definitiva este conflicto, va a repercutir negativamente respecto del consenso del propio gobierno provincial y a la postre va a favorecer el crecimiento político del peronismo neuquino  que como veremos a continuación participa activamente en apoyo de aquellos trabajadores en conflicto con el gobierno nacional.
         Un segundo elemento a tener en cuenta en este escenario adverso para el gobierno de la UCRI es el papel que juega el peronismo en su rol de oposición en la provincia.
          Si bien es cierto que los peronistas neuquinos fueron de los más reacios en acatar las directivas de Perón y esto ya lo hemos señalado en el análisis del voto en blanco en las elecciones de 1957 y 1958, no es menos cierto que el caudal de votos que provino del peronismo proscripto fueron esenciales para que la UCRI se impusiera en los comicios a gobernador. Sin embargo, este apoyo inicial rápidamente fue dejado de lado por los peronistas neuquinos como sucedió en el plano nacional ante la mudanza del plan de gobierno y consiguientemente  con la ruptura del pacto firmado con Perón; lo que se traduce, en el plano local, en un incremento en el nivel de oposición respecto del gobierno provincial.
         Al mismo tiempo, la aplicación de la ley de amnistía favorece la reorganización política del peronismo y si bien como partido no puede presentarse a elecciones, su cohesión y su rol opositor se hace evidente en las elecciones legislativa de 1960 donde el voto en blanco, el arma favorita de expresión electoral del peronismo, triunfa ampliamente relegando a los dos radicalismos.           
         Pero el peronismo en la provincia no solo se conforma con un rol opositor sino que al mismo tiempo va construyendo poder político capitalizando los resultados de los distintos enfrentamientos, que tienen como protagonistas gobierno de Frondizi y a los distintos sindicatos y  que se desarrollan a lo largo de toda esta etapa.
         Efectivamente, la acción represiva que lleva adelante el gobierno nacional que incluye la militarización de las huelga, los despidos y las detenciones arbitrarias de las conducciones gremiales, de activistas y hasta de empleados y obreros tanto en la huelga petrolera ya descripta, como los conflicto con los empleados bancarios y ferroviarios alejan definitivamente a estos trabajadores del apoyo inicial que había recibido el gobierno de Frondizi pero a la vez le permiten al peronismo capitalizar políticamente.
         En efecto, tanto en la huelga petrolera como en la ferroviaria el peronismo local tiene una activa participación. En el primer caso, el conflicto tiene su epicentro en la comarca petrolera de Plaza Huincul y Cutral Co donde el peronismo es la fuerza política mayoritaria y en donde la corriente interna “13 de Diciembre” con los hermanos Sapag a la cabeza ha venido desarrollando una intensa actividad ya desde tiempo atrás y que en esta ocasión brindan un apoyo fundamental a las familias ypefianas a lo largo de todo el conflicto.
         Este apoyo se repite cuando se produce la huelga ferroviaria. En este caso el testimonio de uno de los dirigentes que conduce en el plano local la medida de fuerza es una prueba irrefutable de esta afirmación. En efecto en un reportaje en el Diario de Neuquén, uno de los principales dirigentes ferroviario Carlos Santos Isola declaraba que la huelga recibió un importante apoyo económico de la firma Sapag Hnos,  que mantuvo una cuenta corriente abierta en un negocio de la Capital donde los trabajadores ferroviarios pudieron adquirir los artículos de primera necesidad que les permitió mantener a sus familias sin zozobras mientras duró el conflicto.[26]        
         Pero además debemos señalar que esta estrecha relación entre algunos sindicatos y la oposición peronista se ve notablemente favorecido por la nula política que el gobierno provincial se da en las relaciones entre capital y trabajo. No dicta la ley orgánica que establece las funciones  del Departamento de Trabajo ni tampoco lo dota del presupuesto de personal y los medios de movilidad necesarios para las tareas de inspección; es decir la función de contralor del Estado aparece totalmente ausente con lo cual la inoperancia del Departamento Provincial de Trabajo aparece evidente.
        Esta actitud del gobierno provincial, es fuertemente criticada por la Federación Socialista que señala  que “ El resultado de este interesado descuido de un gobierno inmoral y aliado a los patrones contra los derechos de los trabajadores, está a la vista en toda la provincia: incumplimiento generalizado de leyes y convenios laborales, jornadas de trabajo excesivas, tareas insalubres que no se pagan como tales, pago en vales, trabajo a destajo –proscripto por nuestra constitución provincial-, etc. En cuatro años, nada ha cambiado sino es para empeorar.” [27]          
         Y finalmente el tercer elemento a tener en cuenta son, por un lado, los costos políticos que debe asumir el gobierno provincial por las contradictoria políticas implementadas por el ejecutivo nacional, y por el otro, las propias desavenencias internas del partido gobernante las que a poco de asumir ya están presente, y dan origen a los primeros encontronazos en la legislatura donde se produce la fractura temporaria del oficialismo y la aparición de dos grupos con casi similar representación. Uno que responde a la conducción del vicegobernador y otro que se le opone.
        En el primer caso, el debate sobre la política petrolera fue el instrumento utilizado por los diputados de la UCRP en la legislatura neuquina para mostrar como los legisladores oficialista caen en una abierta contradicción respecto de la posición adoptada acerca de la propiedad de los hidrocarburos.

“El tema en discusión debido a la importancia que para la economía de Neuquén tiene, debió contar con el análisis desapasionado de los señores diputados (…) el importante y candente tema del petróleo.
La mayoría fue derrotada con argumentos serios cuando se trato el proyecto de resolución que reafirmaba la Constitución Provincial en materia de propiedad y explotación del subsuelo con referencia a la ley de nacionalización del petróleo.
No es reconfortante escuchar la humildad del diputado Mujica para reconocer que cuando el mismo voto y juro la Constitución Provincial se había equivocado, ya que el pueblo lo voto para que cumpliera la Constitución y no para que en el camino sugestivamente cambie de rumbo (…)
(…) se trata de someter económicamente a las provincias en beneficio de los Trust internacionales mediante los inconvenientes contratos petroleros.
(…) el desconocimiento de las estipulaciones de la Constitución Provincial por parte de la mayoría solo tiene valor en cuanto evidencia un cambio fundamental en su pensamiento que en realidad solo obedece a un apoyo extralimitado al poder central.”[28]

          De la misma manera generan controversias las implicancias del estado de sitio. Las medidas adoptadas para reprimir el conflicto del S.U.P.E incluyen en Neuquén la intervención de la filial Plaza Huincul y la prisión de sus dirigentes lo que provoca la reacción de la Legislatura neuquina donde la oposición a instancia de los sindicalista logra elaborar un proyecto donde se solicita al Poder Ejecutivo provincial arbitre los medios necesarios para asegurar el cese de la intervención y garantizar el reconocimiento de las autoridades elegidas oportunamente.[29]        
          Todas estas razones van prefigurando un nuevo escenario político que difiere notablemente de aquél que un lustro atrás le fuera tan favorable a los intereses político del radicalismo intransigente. Por el contrario esta nueva realidad muestra a esta fuerza política en el ámbito provincial fuertemente debilitada por las contradicciones a nivel nacional y por las propias limitaciones en el orden doméstico que inexorablemente lo lleva al fracaso electoral en los comicios de legisladores nacionales de 1960 donde el partido gobernante no solo es derrotado por los votos en blanco sino que está muy cerca de perder su legislador nacional a mano del radicalismo del pueblo.
 Cuadro Nº 03
Provincia del Neuquén                                                                           Elecciones 27 de marzo de 1960                                                Diputado Nacional
Partidos
Votos
%
Demócratas Progresistas
828
2.33
Demócrata
2.177
6.14
Demócrata Cristiano
1.732
4.89
Laboristas
1.689
4.77
Socialistas Argentinos
3.416
9.65
Unión Cívica Radical del Pueblo
7.081
20.00
Unión Cívica Radical Intransigente
7.523
21.25
En Blanco
10.698
30.22
Nulos
256
0.72
Total votos emitidos
35400
100

         Si bien, la situación política nacional y provincial hacía presagiar la posibilidad de un triunfo de los votos en blanco[30], lo que llamó la atención fue la pronunciada y de alguna manera inesperada caída en el caudal electoral del partido gobernante a tal punto que la propia prensa regional lo destaca como un hecho singular.
          “La elección de Neuquén fue un verdadero batacazo pues los pronósticos mas pesimistas asignaban a la UCRI no menos de 5000 votos sobre el partido que ocupara el segundo lugar, mientras ahora para saber si ganan o no tendrán que pasar la angustia de una complementaria”[31]

        El panorama no se modifica en los años siguientes por el contrario se profundiza el descrédito con las peleas internas por la sucesión lo que lleva a la intervención del partido y la designación de los candidatos sin elecciones internas.
        En realidad, ya los problemas internos habían estado presentes, conspirando contra la acción de gobierno mucho tiempo antes cuando, aunque por un lapso breve de tiempo, se dividió en 1958 el bloque de diputados oficialistas.
        Sin embargo, este problema se fue agudizando a medida que se acercaba las elecciones para un nuevo periodo gubernativo. En efecto, en la renovación de autoridades partidarias y selección de candidatos para las elecciones generales de 1962 se manifiesta este mecanismo recurrente. En este sentido, después de un largo proceso, según el periódico La Cordillera “La posturas rebeldes no fundadas en concepciones doctrinarias, sino en ambición personal” provocan la intervención del partido.[32]
        La profusión de candidatos que representan a las distintas fracciones en que se ha atomizado el partido y la falta de acuerdos entre estos, a pesar de los buenos oficios de la intervención, hacen que finalmente sea el comité nacional, asumiendo el rol de árbitro supremo, el que defina las candidaturas.
        De esta manera después de  largas reuniones en la capital federal se resuelve laudar a favor de una de las líneas internas la que postulaba a Amado Majluf y Enrique Benedetti para la formula a gobernador y vice y a Clemente Ordoñez como diputado nacional.[33]
         A esta complicada situación local que vive el partido gobernante se le suma en vísperas de las elecciones, un escenario nacional marcado por una coyuntura crítica donde los problemas económicos, los conflictos sociales y laborales y las divisiones en el ámbito militar derivan en una crisis profunda del gobierno nacional que no atina a encontrar respuestas más allá de los constantes giros en la política económica social e internacional. 
        En este escenario negativo, no es de extrañar entonces, que los resultados de las elecciones generales realizadas a comienzos de 1962, arrojen una clara victoria del Movimiento Popular Neuquino una versión local del peronismo y una aplastante derrota de la UCRI de la cual no se va a poder sobreponer en los tiempos siguientes.           
Cuadro Nº 04
Provincia del Neuquén                                                                           Elecciones 18 de marzo de 1962                                                Gobernador y Vice Gobernador
Partidos
Votos
%



Demócrata
836
2.15
Demócrata Cristiano
728
1.87
Movimiento Popular Neuquino
18.851
48.56
Socialista
1.813
4.67
Unión Cívica Radical del Pueblo
4.358
11.22
Unión Cívica Radical Intransigente
11.063
27.31
En Blanco
910
2.34
Nulos
255
0.65
Total votos emitidos
38814
100



         En efecto, una parte significativa de aquellos que habían sido proscriptos ----

Algunas reflexiones finales

           El derrotero de la UCRI en la política neuquina durante el lustro analizado muestra sendas variantes que partieron desde una posición de privilegio otorgada por las condiciones mismas creadas luego de la denominada Revolución Libertadora, tanto a nivel nacional como provincial.
          En este último ámbito aparece claro que la presencia del radicalismo en su conjunto antes de septiembre de 1955 era una fuerza absolutamente minoritaria[34] mucho más después de la división partidaria y sólo fue revertida para el caso de la UCRI por la proscripción del peronismo primero y por las alianzas electorales del partido a nivel nacional después,  lo que a la postre le permitieron la Unión Cívica Radical Intransigente acceder a la conquista del poder político. 
          Sin embargo, este control político no se tradujo en este sentido en hegemonía[35], ya que la UCRI no logro viabilizar ningún apoyo político por fuera del que le brindaba el alineamiento con el partido a nivel nacional por un lado y el volátil apoyo peronista que prontamente se fue disipando.
         De esta manera desde muy temprano su consolidación o debilitamiento como fuerza política queda atada a los vaivenes que impone la política nacional. Dicho de otra forma si el éxito provincial de la Unión Cívica Radical Intransigente había ido de la mano del partido a nivel nacional, también la perdida de consenso de este arrastraría en su caída al partido a nivel local. Caída que se acelera por el rol claramente opositor del peronismo neuquino, por los conflictos gremiales que si bien tienen un origen nacional, igualmente algunos de ellos repercuten severamente en la provincia y finalmente por las contradicciones en términos de postulados y propuestas, y por las enconadas disputas internas que lo debilitan ante sus ocasionales adversarios electorales y que permiten finalmente el triunfo del Movimiento Popular Neuquino.






































[1] En efecto a lo largo del periodo estudiado el caudal de votos disminuye en forma constante: en 1958 obtiene 14.539 sufragios; en 1960 7.523, en 1962 11.063 y en 1963 6.209.
[2] González, A. y Scuri, M.C. Partidos nacionales en un espacio provincial. Neuquén, 1957-1966. En Favaro, Orietta (editora) Neuquén. La construcción de un orden estatal. Neuquén, CEHEPYC, 1999.
[3] Iuorno, Graciela, Proceso de provincialización en la Norpatagonia. Una historia comparada de intereses y conflicto” en Iuorno, Graciela y Edda Crespo (coord.), Nuevos espacios nuevos problemas. Los territorios nacionales, Neuquen, Educo, 2008

[4] Gallo, Ricardo. 1956-1958 Balbín, Frondizi y la división del radicalismo. Buenos Aires, editorial de Belgrano, 1983. pag.180
[5] Rapaport, Mario (2003). Op. Cit.; p.502
[6] Unas semanas después y tras consensuarse la anulación de la constitución de 1949 fueron los convencionales sabattinistas los que abandonaron la convención y tras ellos también se retiró la representación conservadora dejando sin quórum a la Convención Constituyente y de esta forma decretando su final.
[7] Cavarozzi, Marcelo. Sindicatos y política en Argentina. Op. cit. Pag. 101.
[8] Tcach, César. Golpes, proscripciones y partidos políticos. En  James, Daniel. Violencia, proscripción y autoritarismo (1955-1976). Buenos Aires, Sudamericana, 2003. Nueva Historia Argentina. Tomo IX pag. 30.
[9] Idem pag. 33
[10] Tcach, César. Golpes, proscripciones y partidos políticos. En  James, Daniel. Violencia, proscripción y autoritarismo (1955-1976). Buenos Aires, Sudamericana, 2003. Nueva Historia Argentina. Tomo IX
[11] Cavarozzi, Marcelo. Sindicatos y política en Argentina. Buenos Aires, CEDES, 1984. Página 100
[12] Estos son algunos casos de afiliados radicales que son funcionarios de la dictadura militar y que luego son candidatos cuando se reabre el juego electoral. Tal el caso dentro de la UCRI de Alberto Chaneton, comisionado municipal en Neuquen. Y luego diputado provincial en 1960, Fidel Mendaña comisionado en Junin de los Andes y luego candidato a convencional en 1957 y concejal en 1958, Clemente Ordoñez comisionado en Chos Malal, y posteriormente intendente en 1958 y ministro de economía en 1960. Juan Pablo Fitipaldí, comisionado en Centenario y concejal en 1958; Leopoldo Rodríguez comisionado en San Martín de los Andes, candidato a diputado provincial en 1962; Carlos Acosta comisionado en Cutral Co y José Jaritonsky integrante de la comisión investigadora en Zapala, convencional en 1957. Mientras que la UCRP Osvaldo Pesqueira comisionado municipal en Zapala luego candidato a gobernador en 1958; Carlos Alfredo Vidal secretario de economía y posteriormente candidato a diputado provincial en 1962; Antonio Giambelluca integrante de comisión asesora, diputado provincial 1958. En Archivo Histórico Provincial  Libros Copiadores, 23 y 28 de setiembre de 1955 y PJN, SEN “Listas de candidatos oficializados”. Años 1957, 1958, 1962 y 1963.
[13] Iuorno, Graciela, Proceso de provincialización en la Norpatagonia. Una historia comparada de intereses y conflicto. Op. cit. pag. 513
[14] El bloque de la UCRI lo constituían Angel Edelman, periodista de la ciudad de Neuquén; Armando Casanova, comerciante de Cutral Co; Lorenzo Crease, administrador rural de Junín de los Andes; Miguel Espinoza, ganadero de Las Lajas; José Jarintonsky, comerciante de Zapala; Héctor Saúl Mancini, ingeniero civil de Junín de los Andes; Carlos Olano, empleado público de Plaza Huíncul; Robinson Sepúlveda, comerciante de Centenario; Héctor Cichero, empleado ferroviario de Neuquén y María dolores Josefina Godoy, ama de casa, con inserción comunitaria en San Martín de los Andes. Fuente: Castillo, Héctor Enrique. Neuquén, Crónica de una época… y la fundación del MPN. Neuquén, Artes Gráficas Limay, 2005. pag. 90.
[15] Diario de Sesiones, Honorable Convención Constituyente, Provincia del Neuquén. Tomo Único, 1957, 134
[16] Anteproyecto Constitucional de la Unión Cívica Radical Intransigente, 1957, art. 54
[17] Constitución Provincial, Neuquén, 1957
[18] Anteproyecto Constitucional de la Unión Cívica Radical Intransigente, 1957, art. 55 y 56
[19] Constitución Provincial, Neuquén, 1957
[20] Constitución Provincial, Neuquén, 1957
[21] Citado en López Saavedra, E. (Director). Revista Formación  política para la democracia. Buenos Aires, Redacción, 1983. T. II pag. 473.
[22] Del  Grosso, Leonardo. La huelga grande. Cutral Co La pueblada del 58. Buenos Aires, ATE-CTA, 2001.
[23] Testimonio de Carlos Costallat. Citado por Del  Grosso, Leonardo. La huelga grande. Cutral Co La pueblada del 58. Op. cit. Pag 144
[24] Testimonio de Irma Heredia de Monja.  Citado por Del  Grosso, Leonardo. La huelga grande. Cutral Co La pueblada del 58. Op. cit. Pag 144
[25] Testimonio de Ricardo Monja. Citado por Del  Grosso, Leonardo. La huelga grande. Cutral Co La pueblada del 58. Op. cit. Pag 144
[26] Citado por Castillo, Héctor E. op cit. Pag. 289.
[27] Diario Río Negro. General Roca, 9 de septiembre de 1961. página 5 col. 1,2 y 3.
[28] Diario Río Negro. General Roca, 27 de octubre de 1958. página 3 col. 1,2.

[29] Honorable Legislatura Provincial. Diario de Sesiones. Reunión N° 29, Año 1959. Citado por Arias Bucciarelli, M y otros. La provincia y la política. Formación y consolidación del Estado neuquino. (1955-1970). En Bandieri, Susana y otros. Historia del Neuquen. Buenos Aires, Plus Ultra, 1993. pag. 350.
[30] “Descontado el hecho de que el voto en blanco reunirá la mayoría de los sufragios en competencia individual por partido (…) La campaña proselitista de los partidos políticos termino anoche (…) la misma se caracterizo por la virulencia de los oradores y la indiferencia del publico que en su mayoría se abstuvo de concurrir a los actos (…)”
Diario Río Negro. Gral. Roca. 27 de marzo de 1960. pag 3.


[31] Diario Río Negro. General Roca, 30 de marzo de 1960. página. 2. col. 3
[32] Periódico La Cordillera. Neuquén, 27 de enero de 1962. pag. 1.
[33] González, A. y Scuri, M.C. Partidos nacionales en un espacio provincial. Neuquén, 1957-1966. Op. cit. Pag. 95.
[34] Las elecciones presidenciales de 1951 arrojan los siguiente cómputos sobre un total de 35.649 electores el partido peronista 22.493 63.10% y la Unión Cívica Radical 5.219 14.63 % y en los comicios de 1954 para elegir vicepresidente, la renovación de la mitad de la cámara de diputados y de consejos municipales los resultados fueron los siguientes: Partido Peronista 24.409 votos; Partido Radical  5.322; Partido Comunista 431 votos. Fuente: Ministerio del Interior. Memoria Anual de la Gobernación de Neuquén, Año 1951 y Castillo, Hector E. Op Cit. Pag 45.
[35] *Este concepto se entiende a partir de Gramsci como la forma en que los sectores dominantes logran ejercer el control sobre la sociedad civil. Este control no se da a partir de la violencia (aunque no la descarta) si no a partir del consenso.