Fundación
del partido socialista.
La fundación tuvo lugar con posterioridad al 28 de
junio de 1896, fecha en que se realizó el Congreso Constituyente. En su
organización tuvieron destacada participación marxistas como Kühn, Lallemant y
Mauli entre otros. Desempeñaron un papel preeminente Juan B. Justo, José
Ingenieros, Vicente Rosaenz, Francisco Cúneo, Roberto Payró, Leopoldo Lugones,
Domingo Risso. Juan B. Justo fue su líder hasta su muerte, acaecida en enero de
1928. Justo era de una orientación filosófica que buscaba una práctica
cotidiana e inteligente. Predicaba la colaboración de clases y consideraba la
teoría del valor de Marx como una brillante alegoría y las teorías de la fuerza
de trabajo-mercancía y de la plusvalía como simples artificios destinados a
demostrar la existencia de la explotación capitalista. Si bien tampoco
comprendió el fenómeno del imperialismo, fue un divulgador de las ideas
socialistas en el país, organizador del movimiento sindical, crítico de la oligarquía y de sus prácticas
políticas. En la declaración de principios de la fundación del partido, se
decía “que la libertad económica, base de toda otra libertad, no será alcanzada
mientras los trabajadores no sean dueños de los medios de producción”,
agregando que “…al mismo tiempo que se aleja para los trabajadores toda
posibilidad de propiedad privada de sus medios de trabajo, se forman los
elementos materiales y las ideas necesarias para sustituir el actual régimen
capitalista con una sociedad en que la propiedad de los medios de producción
sea colectiva o social, en que cada uno sea dueño del producto de su trabajo, y
a la anarquía económica y al bajo egoísmo de la actualidad sucedan una
organización científica y una elevada moral social. Que esta revolución,
resistida por la clase privilegiada puede ser llevada a cabo por la fuerza del
proletariado organizado”.
Había que preocuparse por la acción electoral como
medio para instaurar el poder político del proletariado, dejando de lado todo
otro tipo de acción.
Fundación
del Anarquismo.
En 1880 había aparecido el periódico La protesta.
El anarquismo fue la primera de las corrientes que aparició juntamente con el
socialismo. La inmigración producida por las represiones en Europa introdujo en
el país no sólo una masa de inmigrantes influidos por las ideas anarquistas,
que pronto arraigaron entre nosotros, especialmente entre los intelectuales,
sino que incorporó también a militantes intelectuales y dirigentes de valía.
Desde Bartolomé Victory y Suárez hasta Enrico Malatesta y Pietro Gori, fueron
muchos los hombres calificados, provenientes especialmente de las corrientes
española e italiana, que influyeron en los intelectuales del país. Pulularon
los periódicos de propaganda ideológica y gremial de dicha tendencia como no
los hubo de ningún otro sector. Escuelas, ateneos, centros de estudios
sociales, bibliotecas obreras, ediciones de libros y folletos.
La influencia anarquista entre los intelectuales se
explica por el repudio que éstos sentían a los partidos tradicionales. La
influencia del anarquismo perduró hasta 1930, en que casi desapareció. El
anarquismo criticaba la manera en que el socialismo pretendía cambiar a la
sociedad. El socialismo quería utilizar las instituciones, el anarquismo quería
destruir todas las instituciones. Los pequeños logros solo adormecían la lucha
y alejaban la revolución social. La huelga permanente era la única herramienta
para producir la revolución y con ella el cambio.
¿Por qué el anarquismo se difundió favorablemente
en Argentina?
La mayoría de los inmigrantes eran españoles e
italianos, quienes habían recibido en su tierra de origen la influencia
anarquista. La situación de los obreros inmigrantes fue muy dura.
Los inmigrantes estaban marginados de la política,
ya que si no se nacionalizaban no tenían derecho a votar. Por lo tanto la
acción directa (y violenta) era el único recurso y esta era propugnada por los
anarquistas. La industria tenía escaso desarrollo y sobre todo había una
industria artesanal. El anarquismo atraía más a los trabajadores artesanales
que a los industriales.
Entre 1900 a 1910 hubo una fuerte conflictividad
entre el anarquismo y el Estado.
En 1901 Se crea la Federación Obrera
Argentina, que a partir de 1904 se llama Federación Obrera Región Argentina.
Era de tendencia Anarquista. Realizó 7 huelgas generales entre 1902 y 1910, con
manifestaciones callejeras y obreros muertos. En 1909 un anarquista asesina al
Jefe de Policía Ramón L. Falcón. En 1910 aumenta la agitación sindical. Es el
año del centenario. El Estado decreta el Estado de Sitio. Se crearon grupos
parapoliciales, organizados por miembros de las clases altas (terratenientes e
industriales) que asaltaban las instituciones obreras y reprimían. El
socialismo por su parte creó la Unión
General de los trabajadores (UGT). Proponía tener gremios
fuertes pero fomentó la participación electoral de los argentinos y la
naturalización de los extranjeros. Desarrolló el mutualismo y las cooperativas.
En 1904 es elegido en Capital federal el primer diputado socialista de
LATINOAMÉRICA: el Dr. Alfredo Palacios. Frente a la conflictividad social el
rol del Estado fue cambiante: combatió la actividad huelguística mediante la
represión; aprobó la Ley
de Residencia (1902), que autorizaba al Poder Ejecutivo a expulsar a todo
extranjero cuya conducta fuera considerada peligrosa para la seguridad nacional
o el orden público. También declaró varias veces el Estado de Sitio, cuando se
enfrentaban obreros con policías, en las huelgas o en los aniversarios del 1 de
mayo. En 1910 crea la Ley
de Defensa Social, por la cual prohibía el ingreso al país de aquellos
extranjeros que hubieran cumplido condenas por delitos comunes, de los
anarquistas y de quienes preconizaran el ataque por medios violentos contra
funcionarios públicos, los gobiernos o las instituciones. Prohibía además toda
asociación que tuviera como objeto la propagación del delito y el uso de
explosivos y regulaba el derecho de reunión. Esta ley se convirtió en una
herramienta muy útil para la represión del anarquismo.
El Ministro de Trabajo, Joaquín V. González,
presentó en 1904 un proyecto de Código Nacional del Trabajo, cuyo objetivo era
eliminar las causas de las agitaciones que se notan día a día entre los
trabajadores. Instituían el contrato de trabajo, el salario, las condiciones de
pago, la obligación los empresarios de indemnizar por accidentes de trabajo, la
jornada de 8 horas, el descanso dominical, medidas de seguridad e higiene, etc.
El Código fue rechazado por supuesto por
los empresarios (la Unión Industrial ),
ya que consideraba que le creaba costos adicionales que los hacían poco
competitivos frente a las empresas extranjeras. Y si bien se aprobó el descanso
dominical, los empresarios se negaban a pagar el jornal del día de descanso.
La conflictividad disminuyó a partir de 1912, debido
a una nueva crisis económica. La desocupación aumentó del 5,1% en ese año hasta
el 14,5% en 1915. Los pobres eran ayudados por la Sociedad de Beneficencia.
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