Este blog tiene como finalidad que podamos compartir algunos apuntes sobre la Historia. Fundamentalmente el blog va dirigido a mis alumnos del CPEM 15 de Senillosa y el CPEM 87 de Centenario. La intención es que los mismos sirvan para completar las clases y que podamos discutirlos juntos. Espero que disfruten el sitio. Un Abrazo. Marcos.
miércoles, 2 de marzo de 2011
CPEM nro. 87 – CENTENARIO. HISTORIA. Período de Ambientación. 1ro. A; B; C y D.
Trabajo Práctico nro. 1.
1- Lee atentamente los mapas “A” y “B”:
a. Enumera cuántos pueblos originarios existían antes de la llegada de los españoles.
b. Clasifica los territorios que ocupaban, según la división política de la Argentina.
2- Lee el siguiente texto por primera vez.
a. Inventa un título.
3- Lee nuevamente el texto.
a. Confecciona un cuestionario del texto, subrayando en cada párrafo la palabra clave que la contesta.
b. Compara las acciones de los primeros pobladores y de los conquistadores. ¿Qué intereses los mueven a cada uno?
c. Expresa tu opinión: ¿Consideras que existe alguna situación injusta? ¿Cuál?
d. ¿Conocés que sucedan hechos similares en la actualidad? Mencionalos.
“Dios no ha hecho nacer en los campos, y éstos son nuestros; los blancos nacieron del otro lado del Agua Grande y vinieron después a robarnos los animales y a buscar la plata de las montañas. (…) En vez de pedirnos permiso para vivir en los campos no echan y nos defendemos. Si es cierto que nos dan raciones, éstas son en pago muy reducido de lo mucho que nos van quitando; ahora ni eso quieren darnos y como se concluyen los animales silvestres, esperan que perezcamos de hambre. (…) Nosotros somos dueños y ellos son intrusos. Es cierto que prometimos no robar y ser amigos, pero con la condición de que fuéramos hermanos.”
Trabajo Práctico nro. 2. Análisis de un texto.
1- Lee el siguiente texto por primera vez.
a. Explica en tres renglones a que tema hace referencia.
b. Inventa un título.
2- Lee el texto por segunda vez.
a. Subraya las ideas principales.
b. Destaca al lado de cada párrafo una palabra clave que lo sintetice.
3- Identifica qué intereses están en juego?
4- ¿Cómo obtuvieron las tierras los conquistadores?
5- ¿Se reconocieron los derechos de los primeros pobladores? ¿cuál es el problema entonces?
6- Compara la conducta de los españoles cuando llegan a América y la conducta de Julio A. Roca en la expedición al desierto?
7- ¿Qué relación encuentras entre el pasado y el presente en esta situación?
En la última década se ha iniciado un proceso imparable de recuperación de la identidad del pueblo mapuche en Argentina y de revisión de la historia oficial. Desde 2001 cerca de 240 mil hectáreas han sido recuperadas por las comunidades mapuche, gente de la tierra, en su idioma ancestral.
El 8 de noviembre de 2010 un editorial del diario La Nación alertaba sobre el peligro que significaba, una moda que pretendía mostrar la Campaña del Desierto de 1879 como un genocidio contra los pueblos originarios y cambiar el nombre de las calles que recuerdan a Julio A. Roca, el general que dirigió la “expedición”. No menos peligrosas resultaban para el diario de los productores agropecuarios la ola de recuperaciones de tierras por parte de comunidades mapuche que ‘asolan’ a los estancieros patagónicos.
“Están preocupados porque ven que el pueblo mapuche ahora pelea por sus derechos”, dice Lefxaru Nawel, del Observatorio de los Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas (ODHPI). “Ellos quieren que los mapuche sean lo que fueron 50 o 100 años atrás, cuando pasaron de ser dueños de sus tierras a ser peones del estanciero que llegó a usurparlas”.
El 23 agosto de 2002, Rosa Nahuelquir, después de perder su trabajo por la crisis, y su marido Atilio Curiñanco, decidieron recuperar una parcela en Leleque, al norte de Esquel (Chubut), que durante generaciones había pertenecido a la familia de Atilio. No sospechaban a quién tendrían que enfrentar para alcanzar su sueño: nada menos que al gigante textil Luciano Benetton. Tampoco sospechaban que el conflicto con la empresa italiana se convertiría en un referente de la lucha de los pueblos originarios por la tierra y que estimularía cientos de nuevas recuperaciones.
Mucho menos imaginaban que al rastrear el origen de la supuesta propiedad de Benetton sobre esas tierras quedaría desenterrado uno de los mayores escándalos de corrupción de la historia argentina. En 1896, 12 años después de que finalizara la Conquista del Desierto, el presidente argentino José Evaristo Uriburu donó 900.000 hectáreas a diez ciudadanos ingleses. Poco después, estos personajes anónimos traspasaron sus estancias a la Argentinean Southern Land Company Ltd, una “empresa fantasma creada con el único propósito de recibir la donación de esas tierras”, precisa Gustavo Macayo, el primer abogado del matrimonio mapuche. Esta donación, que violaba toda la legislación de la época, se realizó en secreto y así se mantuvo durante más de cien años. “Una de las teorías más sólidas es que esa donación fue en pago o en recompensa por las armas automáticas inglesas que se usaron en la Conquista del Desierto”, afirma Macayo.
El escándalo desencadenado y la lucha de esta familia mapuche revitalizaría un proceso de revisión de la historia argentina, que tenía que terminar cuestionando la actual distribución de la tierra, “originada precisamente con la Campaña del Desierto”, sostiene el historiador Osvaldo Bayer. Según recuerda el autor de La Patagonia Rebelde, 42 millones de hectáreas fueron entregadas a 1.800 estancieros integrantes de la Sociedad Rural, una organización que cofinanció la Campaña contra los pueblos originarios. El resultado de la misión militar fueron 14.000 indígenas muertos y alrededor de 14.600 tomados como esclavos. Para los supervivientes empezó “un largo período de indigencia”, cuenta Bayer, ocupando las peores tierras, sin armas legales para defenderse del empuje de los terratenientes. Los que terminaron viviendo en la ciudad, cerca del 60% de la población mapuche actual, tuvieron que instalarse en las periferias urbanas, en los barrios más pobres, “sin posibilidad de desarrollo o acceso a la vivienda”, perdiendo lentamente la identidad, la memoria y la cultura, según cuenta Lefxaru Nawel. Los conflictos por la tierra se multiplicaron a partir de 2001, no sólo por un proceso de recuperación de la identidad del pueblo mapuche, sino por el incremento exponencial de las presiones económicas sobre las tierras habitadas por las comunidades. A las presiones del negocio turístico e inmobiliario, se le sumó el ingreso de compañías petroleras y mineras a los territorios mapuche.
Esta presión sobre el territorio también se hizo carne con la llegada de una nueva hornada de estancieros: multinacionales y millonarios europeos y norteamericanos que “han encontrado en los bienes raíces un sitio seguro para tener los capitales, nichos donde con ciertos grados de corrupción necesaria se van convirtiendo en propietarios de grandes extensiones de tierra”, explica Otal. Luciano Benetton, el millonario británico Joe Lewis, el estadounidense Douglas Tomkins, el presentador argentino Marcelo Tinelli o Ted Turner, dueño de un imperio mediático, son sólo algunos nombres de estos nuevos grandes estancieros. Los conflictos con estos nuevos dueños de la tierra no tardaron en surgir.
El caso Nahuelquir-Curiñanco “generó mucha actividad, entre otras cosas actividad legislativa”, dice Macayo. En 2006 se aprobó la Ley Nacional de Emergencia Indígena, que paraliza todos los desalojos hasta que se haga un relevamiento de las ocupaciones actuales de las comunidades. Sin embargo, a cuatro años de la Ley, los desalojos contra los pueblos originarios no han cesado y el relevamiento continúa sin iniciarse en la mayoría de las provincias. Pese a la teórica suspensión de los desalojos, éstos se siguen produciendo por orden de jueces provinciales en un contexto donde “la ley no se aplica”.
martes, 18 de enero de 2011
¿Cómo lograron el crecimiento industrial en EEUU, Europa y Japón?
¿Por qué entre 1950 y 1973 se desarrolló la época de oro del desarrollo económico?[1]
Es importante aclarar que la época de oro va a darse especialmente en los Estados Unidos, Europa y Japón. En América Latina, si bien el efecto positivo se hace sentir, no se va a ser duradero, ya que la política económica monetarista y de endeudamiento que los gobiernos militares de América del sur van a aplicar, producirá, como sabemos, consecuencias lamentables. Endeudamiento, malas políticas fiscales e inflación, contribuyeron al deterioro de la región y a que no se pudiera aprovechar el “viento de cola” que otorgaba la situación mundial.
Entre los factores que contribuyen al desarrollo se encuentra el regreso a la economía de paz en Estados Unidos, que estimuló la recuperación de las viejas industrias de bienes de consumo. A esto se agregó el despegue de las industrias electrónicas, en especial la denominada línea blanca, como radios, televisores, heladeras y lavarropas.
El otro salto importante fue el de la industria automotriz y de todos los sectores complementarios, como son la siderúrgica, el caucho, el vidrio y el petróleo. La petroquímica también se expandió de manera rápida gracias al gran éxito de los plásticos y de las telas sintéticas.
Debemos destacar la tremenda vitalidad del sector de la construcción, que trae como arrastre el tendido de cables para energía eléctrica y para teléfonos. Se produjo una extraordinaria expansión de las carreteras, que además de proporcionar una enorme cantidad de empleos, trae un notable crecimiento del consumo de cemento y asfaltos.
La industria bélica se mantuvo en pie, apoyado en programas de investigación científica y de ingeniería avanzada, con la colaboración de centenares de universidades.
Finalmente no podemos olvidar que otro gran denominador común de los Estados que vivieron esta edad de oro, fue que aplicaron políticas económicas de neto corte keynesiano. El Estado hizo grandes inversiones para asegurar el grado de crecimiento y el pleno empleo. Reformaron su política tributaria, aumentando hasta en 10 puntos el impuesto sobre la renta. El Estado impulsó políticas sociales (Estado de bienestar) e intervino activamente en el Mercado (Capitalismo coordinado), controlando el movimiento de capitales, buscando el pleno empleo y regulando el comercio exterior. En esta etapa, el Banco Central operó de común acuerdo con el Ministerio de Hacienda, buscando tasas de interés estables y bajas, que estimularan la inversión pública. Controlado el sistema financiero, el Estado se dedicó a realizar políticas de inversión pública en la industria, con bajas tasas de interés en los préstamos y con préstamos hipotecarios a largo plazo y tasas bajas, para la construcción de viviendas y como condición necesaria de un pacto social.
El estancamiento económico se iniciaría en octubre de 1973, cuando los Estados Árabes, miembros de la OPEP (Organización de países exportadores de Petróleo), comenzaran a presionar a EEUU para que sus países tuvieran una mayor participación en el negocio petrolero, y decidieran duplicar los valores del precio del barril. Pero eso es otro tema.
[1] Marichal Carlos, Nueva historia de las grandes crisis financieras. Una perspectiva global, 1873-2008; Ed. Debate, Buenos Aires, 2010, pág. 155-179
domingo, 16 de enero de 2011
Perón y las formaciones especiales.
[Perón y los Grupos guerrilleros 1971]
“Todos esos grupos, ERP, FAL, FAR, subestimaron ideológicamente a Perón, aunque intentaron sacar rédito político e ideológico del peronismo. FAP y Monteneros fueron los más afines al peronismo. El primero, de procedencia peronista, el segundo de procedencia social cristiana y nacionalista, girando al peronismo: en el primero prevaleció el enfoque político, en el segundo su marcado tono revolucionario; en ambos, cuando efectúan alguna descripción teórica policía, se advierte la aplicación en el análisis, de algunas categorías marxistas que mezclan con sus exhortaciones peronistas”.
[Perón les escribió a las FAP:] “Ustedes son la guerrilla que viene a combatir a los que nos quieren vender la muerte climatizada con el rótulo de porvenir, decía un famoso letrero en París en mayo de 1968. Yo puedo decirles lo mismo, con la exhortación más firme para que sigan adelante…Un gran abrazo”.
“Pero esos grupos como FAP, Montoneros y otros fueron ingenuos ante estos gestos de Perón: a menudo esta ingenuidad estaba acompañada de graves errores de interpretación sobre la historia argentina. Afirmaban que Perón era un revolucionario, u socialista nacional y que todo lo que se orientaba hacia otra dirección, formaba parte de sus tácticas. Víctimas de su obsesión, se olvidaban de que la historia personal de Perón estaba signada por soluciones electorales, por la conciliación de clases en pos de una comunidad organizada y por su firme oposición al socialismo y al comunismo. Otros no tan ingenuos, usaban el nombre de Perón y Evita en función de esquemas ideológicos que estaban en las antípodas de la óptica peronista.
Casualmente, alguien que conocía el poderío que estaban desplegando estas organizaciones, transmitió su preocupación a Perón: - General, ¿va a poder controlar a esos jóvenes en el momento oportuno?, recibiendo esta respuesta: -No se preocupe Jorge…Ya verá…cuando esté en la Argentina , verá que les digo cuatro palabras y obedecen” [Entrevista a Jorge Antonio]
¿Subestimaba Perón a los grupos armados? ¿Los apoyaba sinceramente en sus designios ideológicos? O sabiendo que no los controlaba ¿aprovechaba el vendabal para arrinconar a la dictadura militar? Es probable que la respuesta esté contenida en estas expresiones de Perón publicadas en la Revista Panorama del 29-6-1971: “La vía de la lucha armada es imprescindible. Cada vez que los muchachos dan un golpe, patean para nuestro lado la mesa de negociaciones y fortalecen la posición de los que buscan una salida electoral limpia y clara. Sin los guerrilleros del Viet-cong, atacando sin descanso en la selva, la delegación vietnamita en París tendría que hacer las valijas y volverse a casa”. Está claro que entre un golpe militar, una insurrección revolucionaria y los comicios, Perón siempre elegirá la vía electoral y utilizará todos los procedimientos para llegar a ella.
domingo, 2 de enero de 2011
Los ojalás de Eduardo Galeano
Ojalá seamos dignos de tu desesperada esperanza.
Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos, porque de nada sirve un diente fuera de la boca, ni un dedo fuera de la mano.
Ojalá podamos ser desobedientes, cada vez que recibimos órdenes que humillan nuestra conciencia o violan nuestro sentido común.
Ojalá podamos merecer que nos llamen locos, como han sido llamadas locas las Madres de Plaza de Mayo, por cometer la locura de negarnos a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria.
Ojalá podamos ser tan porfiados para seguir creyendo, contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena, porque hemos sido mal hechos, pero no estamos terminados.
Ojalá podamos ser capaces de seguir caminando los caminos del viento, a pesar de las caídas y las traiciones y las derrotas, porque la historia continúa, más allá de nosotros, y cuando ella dice adiós, está diciendo: hasta luego.
Ojalá podamos mantener viva la certeza de que es posible ser compatriota y contemporáneo de todo aquel que viva animado por la voluntad de justicia y la voluntad de belleza, nazca donde nazca y viva cuando viva, porque no tienen fronteras los mapas del alma ni del tiempo. Eduardo Galeano.
Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos, porque de nada sirve un diente fuera de la boca, ni un dedo fuera de la mano.
Ojalá podamos ser desobedientes, cada vez que recibimos órdenes que humillan nuestra conciencia o violan nuestro sentido común.
Ojalá podamos merecer que nos llamen locos, como han sido llamadas locas las Madres de Plaza de Mayo, por cometer la locura de negarnos a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria.
Ojalá podamos ser tan porfiados para seguir creyendo, contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena, porque hemos sido mal hechos, pero no estamos terminados.
Ojalá podamos ser capaces de seguir caminando los caminos del viento, a pesar de las caídas y las traiciones y las derrotas, porque la historia continúa, más allá de nosotros, y cuando ella dice adiós, está diciendo: hasta luego.
Ojalá podamos mantener viva la certeza de que es posible ser compatriota y contemporáneo de todo aquel que viva animado por la voluntad de justicia y la voluntad de belleza, nazca donde nazca y viva cuando viva, porque no tienen fronteras los mapas del alma ni del tiempo. Eduardo Galeano.
sábado, 1 de enero de 2011
Mempo y cómo somos.
¿Qué somos los argentinos?[1]
…Lo que pasa es que a vos no te gusta que te digan las verdades. Igual que todos en este país. ¿O me vas a decir que los argentinos no somos todos unos irresponsables? Apoyamos los procesos democráticos, irresponsablemente. Después vienen los milicos y tienen un apoyo irresponsable. Hay elecciones, la gente vota en mesa y se pone contenta, pero después, irresponsablemente, le reclaman orden y trabajo a cualquier fascista. Hay censura y la gente exige libertades, pero cuando hay libertades todo es desmesura. ¿Me vas a decir que no somos un pueblo inmaduro, como esos chicos que quieren meter la cuchara a la charla de los mayores y cuando consiguen hacerlo dicen pelotudeces?
Yo me incluyo si querés, pero aquí somos todos unos irresponsables. Nos pateamos el tablero, nos hacemos zancadillas, nos quejamos en exceso, nos creemos demasiado importantes y despreciamos a los que nos critican. Somos un “País jardín de Infantes” como nos definió María Elena Walsh ¿te acordás? ¿Y vos creés que hemos crecido algo? Acá somos agnósticos pero católicos marianos; somos librepensadores pero censurados y con vocación de censores; somos demócratas pero autoritarios; aquí los liberales son conservadores; los radicales son moderados; los revolucionarios son delirantes; hay socialistas de derecha; los comunistas apoyaron a Videla; los partidos populares estuvieron en contra del peronismo… aquí solamente los fascistas son coherentes, porque son racistas, asesinos e hijos de puta, pero son siempre iguales y no tienen fisuras. ¡Qué cosa ser argentinos ché! ¡Qué laburo tan difícil!
Paradojas y miedos de los golpistas en 1955.
Derrocan a un gobierno popular por no respetar la Constitución. ¿Cómo actúan ellos?
Estaba Perón con tres o cuatro tipos, todos con pilotos para la lluvia; llamo a lo de Cuaranta (el Gral. Cuaranta) y le digo: -Mirá, acá enfrente lo tengo a Perón. ¿Qué hago?. Me dice: - ¿No hay testigos?, Mátelo. Deeclaración del Capitán Alati.
[Perón se refugia y pide asilo político en la embajada de Paraguay y desde allí, Stroessner lo aloja en una buque de guerra paraguayo. Pero los golpistas querían detenerlo y matarlo]. “…en estos momentos el almirante Rojas analizaba un posible reclamo para entregar a su huésped, y, en caso de negativa, la posibilidad de entrar y sacarlo, sin más trámite. Encomendó resolver el espinoso asunto al capitán de fragata Jorge Palma, quien debía consultar al doctor Isidoro Ruiz Moreno. Este le recomendó que un grupo sin uniforme actuara en el interregno, mientras la ciudad de Buenos Aires era tierra de nadie, porque de otro modo el gobierno provisional no podría apartarse de las normas de derecho de asilo diplomático. Si una pueblada era la responsable de apoderarse de Perón y aún de ajusticiarlo, luego se realizaría el desagravio correspondiente al país ofendido…”[1]
“Uds. Todos saben de la enorme popularidad que gozó esta mujer…no es un secreto que existe una gran intranquilidad entre los partidarios del ex presidente, los cuales estarían fuertemente armados. Una tentativa peronista para recuperar el poder no es ni imposible ni improbable. Si se la entierra en presencia de sus deudos, el pueblo peronista se enterará y convertirá al cementerio en sitio de peregrinación; esto alentará al sector del ejército que permanece fiel al peronismo”.[2]
“Tú sabes muy bien quiénes inspiraron el golpe de Estado. Sus intenciones no pueden ser más que una. Desean llegar al poder a toda costa. Se saben impopulares y lo que es más conocen su imposibilidad de llegar a ser populares. Gobernarán, son inteligentes, trabajan en equipo y unos corrigen los errores que otros puedan cometer; pueden hacer un buen gobierno. Posiblemente nos sintamos cómodos con ellos si no nos oponemos a sus planes, pero no serán populares”.[Carta del hijo de Eduardo Lonardi a su padre, luego del golpe interno, diciembre 28 de 1955]. (Sáenz Quesada, 2007)
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